Nuestros orígenes

Allí donde todo empezó…

Construida a principios del siglo XIX la Masia de Salamo (“Mas de Salamó” en lengua catalana) dió nombre a una zona boscosa próxima al margen derecho del río Ebro.

Fue en estas tierras donde una humilde familia de campesinos comenzó a moldear un paisaje de suaves valles y colinas hasta convertirlo en los campos de olivos que cultivamos aún hoy en día. Para ello fue necesario el trabajo de hombres, mulas y caballos, mas tras varias décadas de plantar árboles y arar la tierra acabó convertida en una fructífera plantación como recompensa por su perseverancia.

Nos gustaría servirnos de esta oportunidad para presentarles Mas de Salamó, uno de los mejores aceites de oliva de la cuenca Mediterránea aunque también un pequeño homenaje a quienes lo hicieron posible a través del trabajo de muchas generaciones.

Cultivando campos de olivos hasta donde llega nuestra memoria

Nuestra familia ha cultivado durante más de 6 generaciones los campos de olivos que caracterizan el paisaje del Valle del Ebro, tierras profundamente arraigadas con este cultivo que desde la Edad Media hasta la modernidad de nuestros días han producido uno de los aceites de oliva más exquisitos de la Península Ibérica.

Creemos que ha llegado el tiempo de mostrar nuestro legado y revelar las cualidades de este producto tan especial.